La Agencia de Administración de Bienes del Estado informó que en una segunda etapa se venderán otras cinco propiedades por lo que la recaudación podría ascender a US$50 millones.
El Estado nacional buscará recaudar unos 10 millones de dólares con la venta de tres propiedades en el exterior.
Se trata de una residencia perteneciente al Ministerio de Defensa en Washington DC, Estados Unidos; las oficinas administrativas de la embajada argentina en Bogotá, y la residencia oficial de la embajada en Brasil.
Según publicó el diario La Nación, en una segunda etapa, se sumarán otros cinco bienes, con lo cual la recaudación podría ascender a US$50 millones, según la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE).
El es la “optimización del Estado“, explicó Pedro Comín Villanueva, vicepresidente de la AABE.
Según el funcionario, además de enajenarse los edificios estipulados en el anexo del decreto 1065/2016, se está analizando, juntamente con el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, la situación de todos los activos inmobiliarios en el exterior.
“Hay propiedades sin uso o en mal estado en varias capitales, como Londres y París“, agregó el funcionairo, sin especificar cuáles estarían en la mira del Gobierno, al tiempo que negó que el Palacio Argüeso, en Madrid, residencia del embajador argentino, estuviera en ese listado.
La AABE venderá primero con uno de los cuatro edificios en Washington, tasado en US$2 millones.
Es una casa de 1911 con 24 habitaciones, pertenece al Ministerio de Defensa y está ubicada en la zona residencial de esa ciudad, en 2136 R. Street Northwest.
En relación con los US$2 millones que se recaudarán, Comín Villanueva explicó que el 70% del monto ingresará a Defensa y que el 30% restante será para el Tesoro Nacional, que lo utilizará para la compra de bienes de capital.
En segundo lugar se desprenderán de las oficinas de la embajada argentina en Bogotá y este año venderán también la residencia oficial de la embajada en Brasil. Es una propiedad de 1112 metros cuadrados cubiertos y está sin uso desde 2012 porque el entonces embajador consideró que la ubicación de la casona ya no era conveniente y decidió mudarse a un inmueble alquilado.